Es la atracción entre
moléculas que mantiene unidas las partículas de una sustancia. La cohesión es
diferente de la adhesión; la cohesión es la fuerza de atracción entre
partículas adyacentes dentro de un mismo cuerpo, mientras que la adhesión es la
interacción entre las superficies de distintos cuerpos.
En el agua la fuerza de
cohesión es elevada por causa de los puentes de hidrogeno que mantienen las
moléculas de agua fuertemente unidas, formando una estructura compacta que la
convierte en un liquido casi incompresible. Al no poder comprimirse puede
funcionar en algunos animales como un esqueleto hidrostático, como ocurre en
algunos gusanos perforadores capaces de agujerear la roca mediante la presión
generada por sus líquidos internos
Tanto los gases
como los líquidos son fluidos, pero los líquidos tienen una propiedad de la que
carecen los gases: tienen una superficie “libre”, o sea tienen una superficie
cuya forma no esta determinada por la forma del recipiente que lo contiene.
Esta superficie se forma por una combinación de atracción gravitacional de la
tierra (fuerza ocasionada por el peso) y de fuerzas entre moléculas del
liquido. Una consecuencia de eso es que en la superficie de los líquidos actúa
una fuerza que no esta presente en el interior de los líquidos (salvo que aya
burbujas en el interior), por eso llamada “tensión
superficial”. Aunque relativamente pequeña, esta fuerza es determinante
para muchos procesos biológicos, para la formación de burbujas, para la
formación de olas pequeñas, etc.
También en los
gases, la fuerza de cohesión puede observarse en su licuefacción, que tiene
lugar al comprimir una serie de moléculas y producirse fuerza de atracción
suficiente mente altas para proporcionar una estructura liquida.
En
los líquidos, la cohesión se refleja en la tensión superficial, causada por una
fuerza no equilibrada hacia el interior del líquido que actúa sobre las
moléculas superficiales, y también en la transformación de un líquido en sólido
cuando se comprimen las moléculas lo suficiente. En los sólidos, la cohesión
depende de cómo estén distribuidos los átomos, las moléculas y los iones, lo
que a su vez depende del estado de equilibrio (o desequilibrio) de las
partículas atómicas.
JUAN DAVID SIERRA VEGA
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